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EL ALBAYZÍN

El Albayzín, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, tiene encanto e historia. Conocido por sus calles estrechas y sinuosas, es el alma del pasado árabe y judío de Granada.

Es un conjunto monumental con cármenes, plazas, callejones, miradores e iglesias, que le permitirá caminar por calles encaladas para admirar el arte local, islámico, barroco y renacentista.

Alojarse es como estar en un pequeño pueblo dentro del centro de la ciudad de Granada, con un ambiente artístico, bohemio y creativo únicos.

Se eleva sobre una colina frente a la Alhambra y el mirador de San Nicolás ofreciendo una vista despejada de ella y Sierra Nevada, un sitio de visita obligada a tan solo 10 minutos de casa.

PALACIO DE ALHAMBRA Y ALREDEDORES

La Alhambra, construida en el siglo IX, es un impresionante complejo que incluye palacios decorados con patrones islámicos, ornamentos florales, coloridos mosaicos, azulejos de cerámica y patrones tallados en madera y piedra.

Incluye una fortaleza, torres, una iglesia, patios y jardines con naranjos aromáticos, paseos con cipreses y gran variedad de flores y planta aromáticas. A su alrededor se pueden ver fuentes, cascadas de agua, canales y estanques acunados por el murmullo del agua.

Actualmente la Alhambra alberga tres museos: el Museo de la Alhambra, el Museo de Bellas Artes y el Museo de Ángel Barrios (compositor y guitarrista granadino).

EL REALEJO

A los pies de la Alhambra, en su lado sureste, se encuentra el Realejo .

Cuando los árabes llegaron a la ciudad en el siglo VIII, lo llamaron Garnata al- Yahud (Granada de los judíos) y cuando los cristianos tomaron la ciudad en el siglo XV, expulsaron a los árabes, destruyeron el barrio y lo rebautizaron como Realejo.

EL SACROMONTE

El Sacromonte es el antiguo barrio gitano, ubicado en la vertiente oriental del Albayzín, con bellos paisajes y vistas de la Alhambra que se divisa a través de las laderas y recodos, pasando por las casas blancas de los gitanas y sus cuevas.

Desde la antigüedad, en las zambras se celebran fiestas con el sonido de las palmas y las guitarras, que acompañan al cantaor y bailaores de flamenco. No se pierda la esencia de una noche de duende disfrutando de un espectáculo de flamenco en una pintoresca cueva .